Una experiencia espiritual de la misión

Subject: Una experiencia en la misión

Date: Thu Aug 7, 2003 11:55:44 PM

From: Joshua

To: Bessy

Bueno amor, le voy a contar una experiencia misional como me lo pidió.

Llegue a mi nueva área con mi nuevo compañero y teníamos un cita con un jovencito muy inteligente. El tenia tres hermanas. Una de ellas no era miembro y no quería hablar con nosotros. Poco a poco agarramos confianza con ella y por lo menos nos saludo. Averiguamos que los otros misioneros ya le habían enseñado las charlas y no quiso bautizarse. Seguimos visitando la familia y agarramos mucha confianza con la joven. Empezamos a enseñarle las charlas y leer el Libro de Mormón con ella. Ella sintió el Espíritu y quería aprender mas. La invitamos a la Iglesia pero tenia unas dudas sobre eso. No fue fácil que fuera a la Iglesia al principio porque tiene unos obstáculos. Ella no puede caminar y esta en una silla de ruedas. Ella no sabia cómo iba a llegar y tenia miedo de que la gente se burlara de ella. La ayudamos a salir de ese miedo y el obispo la llevo en carro. Ella llego a tener un testimonio muy fuerte el la Iglesia y del Libro de Mormón, sabía que lo que le enseñamos era verdadero. Llegamos cada día para contestar preguntas y leer con ella. Pero cuando hablamos del bautismo todavía tenia dudas. Mi compañero y yo oramos mucho para que el Señor la ayudara a salir de la duda. Pensamos que talvez le daba pena bautizarse porque no podía caminar. Un día llegamos y hablamos del bautismo otra vez y sin nosotros preguntar, ella nos dijo que quería bautizarse pero no pensaba que pudiera hacerlo porque no podía ponerse de pie. Le explicamos que sí podía bautizarse y que la ayudaríamos. Ella nos tenia mucha confianza y por fin entendió que no importaba si estaba en un silla de ruedas. El día de su bautismo fue súper especial. Mi compañero y yo estábamos vestidos en nuestra ropa bautismal blanca. Yo la llevé en mis brazos y los tres nos bajamos al agua. Mientras la tenia en mis brazos mi compañero hizo la oración. La bajamos en el agua y la subimos otra vez. Fue un momento súper espiritual para todos. Fue el único bautismo que se hizo diferente, para mi. Al salir de la pila bautismal y entrar al vestidos de los hombres para cambiarnos, mi compañero y yo nos arrodillamos en el baño y dimos gracias a nuestro Padre Celestial por haber contestado nuestra oración. Estuvimos allí mojados, dándole gracias a Dios por las bendiciones que nos brindo. Y sentíamos mucho amor por esta joven. Espero poder volver a verla algún día.

Okay amor, es tarde. Que el Señor me la cuide siempre.

La amo para siempre

Josh