Bienvenida

Deseo que cada mujer que lea éste blog eleve su autoestima y sepa que puede escribir su propio cuento, no se si con príncipe azul, pero sí con un final feliz.

“ ‘Ser felices para siempre’ no es algo que encontramos sólo en los cuentos de hadas. ¡Ustedes pueden tenerlo!... Pero deben seguir el mapa del [Señor]” (Dieter Uchtdorf, 2010)

jueves, 29 de septiembre de 2011

Comentarios sobre mi experiencia con el Coro

Hola,

Primero, quiero aclarar que yo estaba en el Coro de la Estaca no precisamente por tener una voz angelical o ser tan popular, ¡no!. Estoy conciente de que Dios no me bendijo con esas cosas, pero estamos en la iglesia, y allí se le da oportunidad a todo aquel que desee participar y prestar servicio, aun cuando eso implique atrasar a otros o que al director le toque trabajar extra con algún alumno... sí, hablo de mi. Agradezco a mis dos directores del coro de mi Estaca y a mis demás compañeros que por varios años me tuvieron paciencia, y algunos que hasta me animaban a seguir intentándolo. No cambié mi voz, (eso es imposible), al contrarío, más bien el estar a la par de aquellas verdaderas voces angelicales me hacia recordar constantemente mi falta de talento en el canto; tampoco logré gustarle a aquel joven por el cual entré al coro, pero sí logré aprender un poquito de música, lo cual, hasta el día de hoy me ha ayudado en mis llamamientos; logré que otras personas me conocieran y conocer nuevas y buenas amistades, y sobre todo, logré, junto con los demás, tener experiencias espirituales maravillosas al practicar y cantar esos himnos inspirados de la iglesia; aprendí a sentir amor por cada himno y la compañía del espíritu era más constante en mi al terminar cada práctica.
¿Por qué entré al Coro? Bueno, una larga historia... no, mejor no voy a empezar a alargar la explicación. Al grano. Entré al Coro porque había un muchacho que me tenía un poco "distraida" vamos a ponerle. Oré mucho al Señor y le pedí que me ayudara a que él se dignará a mirarme si quiera, pues, ¡Cuál fue la respuesta del Señor!. Dicen las escrituras que Dios no piensa como piensa el hombre... ¡que cierto es eso!. El Señor me contestó que si quería que ese muchacho se fijara en mi, yo debía "exibirme". Y que mejor lugar que El Coro de la Estaca ¿verdad?... Un momento, ¿El Coro? ¡Noooo!. ¿Quién me mandó a preguntar?, ¿No podía haberme dicho otra cosa?. Que vergüenza, ni yo misma me soporto mi voz, mucho menos los demás iban a hacerlo. Aunque de que iba a funcionar, iba a funcionar, dudo mucho de que alguien no se diera cuenta de mi presencia después de escucharme cantar, pero bueno... El Señor tenía razón y si yo quería atraer a alguien debía exibirme, debía mostrarme ante ellos, decir: ¡Aquí estoy yo!. Y definitivamente, todos los que están en un coro son vistos por todos. No fue fácil, al contrario, fue muy vergonzoso para mi, pase mis ratos de vergüenza ante los demás al sacar una tonada completamente equivocada o cuando con mis equivocaciones constantes hice evidente la falta de paciencia de otros, y de paso yo con mi timidez... pero decidí obedecer aunque no me gustaba para nada la idea. Yo había preguntado, se me había contestado mi pregunta y ahora debía obedecer aunque para otros sonara locura.

Para que otros te consideren debes salir de la oscuridad, del anonimato. No digo que empieces a presumir ni fingir, pero sí a atreverte y dejar a un lado la timidez. Sé que hay muchachos a quienes les gusta el tipo de muchachas que son calladas y un poco tímidas, pero seamos sinceras con nosotras mismas, no hay que irnos al extremo; es deprimente, incluso para nosotras, quedarnos en aquel rincón oscuro del salón de baile (donde solo damos lastima), o decirle que "no" a un muchacho que nos invitó a bailar nuestra canción favorita, pero como somos tímidas preferimos quedarnos con las ganas, o andar llorando por los rincones, incluso hasta por los pasillos, de algún lugar muy transitado solo porque alguien nos confirmó lo que ya nosotras "supuestamente" sabíamos, que no somos de mucho valor. Yo he pasado por esas cosas, por cada una de ellas y más. Sé que muchas de ustedes también. Pero saben qué, yo pedí ayuda al Padre Celestial, El me guiaba paso a paso en lo que debía hacer, no fue fácil escuchar, aceptar, reconocer ni hacer, pero lo hice, decidí dejar de auto compadecerme, formar un drama de mi vida y sentirme la víctima de todo y de todos. Y... ¿Saben qué? Me gusta más esta nueva yo, he logrado más cosas buenas y soy más feliz. Tardé años y años en cambiar y comprender eso, a tal grado de que ya no es una debilidad para mi. Siempre hay dudas y temores de vez en cuando, claro, pero no al mismo nivel que antes y ahora tengo más experiencias espirituales para recordar, donde el Señor me hizo ver mi valor real y potencial divino, experiencias que me dan fuerza y me ayudan cuando llegan esos tiempo de autoestima debilitada.
Así que si sienten que deben meterse a ese grupo de baile aun con sus dos pies izquierdos, háganlo, unos se reirán, pero también tal vez ese joven que te ayude a levantarte en cada caída sea el que estabas esperando o ya de perdidas, por lo menos aprenderás de que al hacer ese paso #4 no debes estirar mucho el pie porque o sino... !Suerte!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios son importantes, deja uno aquí