Subject: The Hidden Treasure Mine
Date: Mon Jul 21, 2003 8:42:23 PM
From: Joshua
To: Bessy
Hola mi preciosa,
¿Cómo esta? Me alegra saber que disfruto la compañía de su familia. Me habría gustado estar allí con ustedes. No puedo esperar hasta que valla para conocer a su mamá.
Salúdela por favor.
¿Ha recibido la postal de la flor? Ayer le mandé una foto de mi ida a las montañas.
Bueno, Querida le voy a contar la historia de la mina. En el año 1989 yo era un niño de 10 años y también era un *Cub Scout. Mi papá era un líder de los Boy Scouts y me pidió que le acompañara a un campamento que se haría en un lugar que se llama Jacob City en Utah. Era solo para los Boys Scouts pero él me quería llevar aunque yo no tuviera la edad, así que yo era el más pequeño en el campamento. Hay muchas cuevas y minas abandonadas en ese lugar e iban a explorar una mina que se llama The Hidden Treasure Mine (significa La Mina del Tesoro Escondido). Nos fuimos con un grupo bastante grande. Cuando llegamos me sentía un poco enfermo pero mi papá me dio algo de comer y me sentí un poco mejor. Empezamos a jugar un juego con todos los Scouts y mi papá me presto su linterna y me dio un puñado de dulces y salí para jugar con los demás. Me di cuenta que poco a poco los otros Scouts salieron del juego para explorar la mina. Me fui también y entre la mina. Mi papá estaba adentro acompañado por tres scouts. Caminamos por el túnel explorando la mina. Uno de los muchachos quería salir y mi papá lo acompañó. Mi papá me pregunto si yo quería ir con él o quedarme con los otros dos. Yo quería quedarme y seguir. Mi papá necesitaba su linterna para llegar a la salida así que se la entregue. Yo iba a seguir a los otros scouts pero los otros dos no se dieron cuenta que yo no me fui con mi papá y siguieron caminando, ellos si llevaban linterna. Trate de seguirlos pero caminaban demasiado rápido, eran más grandes que yo. Cuando doblaron en una esquina perdí su luz y quede a obscuras. Las minas son súper obscuras, no se ve nada. Voltee para ver si mi papá todavía estaba allí pero también se había ido. Yo estaba solo y sin luz. Inmediatamente decidí orar para que el Padre me ayudara. No sentía miedo para nada. Decidí irme de regreso siguiendo la pared con mi mano. No podía ver nada y habían muchas cosa que me hicieron tropezar, por ejemplo, iba caminando y de pronto pegaba mi cara contra una viga de madera. Cuando camine por un rato me di cuenta de que estaba perdido. Mi mamá me enseño que si me perdía yo tenia que esperar en el mismo lugar hasta que viniera alguien por mi. El Señor me dio consuelo y no tenia miedo en ningún momento. Sabia sin duda que el Señor me mandaría a alguien para rescatarme. Decidí quedarme en un solo lugar y allí espere. Seguí orando, a veces cantaba canciones de la iglesia y dormía mucho. Hacia mucho frío allí, la temperatura era de 10 grados centígrados. A veces escuchaba ruidos y gritaba para que me oyeran, pero nadie me oía. Seguí esperando. Por fin oí algo y grite y me contestaron. Vi la luz de la lámpara de un hombre desconocido. El estaba extremadamente emocionado al verme, estaba acompañado de dos hombres más, los cuales estaban igual de emocionados al verme, el primer me dijo que me estaban buscando. No reconocí a esos hombres. Me dijeron que me iban a llevar donde estaban mis padres, yo confundido con lo que me dijeron les contesté: Mi papá está a fuera pero mi mamá está en casa. Les confundió lo que les dije y me preguntaron si yo sabia en qué día estábamos. Pensé que, por más tarde, podría ser el Sábado (entramos a la mina el viernes), así que le conteste que estábamos en el día sábado. Me dijeron que era el Miércoles y que yo estaba perdido por cinco días. Me sorprendí mucho y lo primero que pensé fue, ¡Oh no, perdí tres días en la escuela!. Me llevaron al hospital y empecé a recuperarme. No tenia comida ni agua por cinco días.
Los doctores no entienden como fue posible que yo sobreviví. Ellos explicaron que por lo general un adulto no puede sobrevivir tres días sin agua y yo apenas era un niño.
Yo sé que el Señor contestó mi oración y que fue un milagro. Esta experiencia siempre está conmigo. Tengo muchas oportunidades de compartirla con los demás. Muchas veces me piden que hable a los jóvenes de la Iglesia o discursar en las reuniones. Siempre aprovecho las oportunidades que me dan. No me gusta la atención pero es mi deber compartir mi testimonio con los demás. No quiero parecer orgulloso pero si tiene interés la experiencia que tuve salio en las revistas de la Iglesia. Esta es la información de dónde la puede encontrar en español: *En la Liahona de Agosto de 1991 salio en la sección para los niños. También sale un poquito en *Manual de la Primaria #7 El nuevo Testamento, en la lección #19, en la sección de ideas complementarias. Y algunos Autoridades Generales hablaron un poquito de mi experiencia en sus discursos para la Conferencia General. Sale en *el discurso del Elder Joseph B. Wirthlin en la Liahona de Noviembre 1989; *en el discurso del Elder Dallin H. Oaks en la Liahona de Noviembre 1991; y *el discurso de la Hna. Virginia U. Jensen en la Liahona de Noviembre 2000, Ella es la que más ha hablado de mi experiencia y lo hizo justo cuando yo era misionero en Honduras, menciona el país después, al final de su discurso.
Como le dije, no quiero sonar orgulloso al decirle dónde puede encontrar los discursos que hablan de mi experiencia, pero ahora usted es una parte importante en mi vida y pienso que debe estar enterada sobre esto.
Bueno, creo que es suficiente. Sé sin duda que el Señor me estaba cuidando. No tenia miedo y sentí Su presencia.
Yo sabia que me iban a encontrar y que el Padre sabia lo que estaba haciendo.
Yo también la amo y le mando un beso.
Como el nombre de la mina... Ahora yo encontré mi tesoro escondido, ¡¡USTED!!!
Con mucho amor
Josh
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