Esta es la primera carta que le envié a Josh por correo aéreo junto con una postal:
From: Bessy
Date: 28 abril 2003
To: Joshua
Deseo que se encuentre muy bien, igual su familia.
Le contaré sobre mis
estudios aunque ya lo hice un poco en la fiesta. Aquí empiezan las clases en febrero y
terminan en noviembre. No sé cómo será en EE UU pero en Honduras el sistema
educativo es el siguiente:
- Primaria: (7-12 años)
1ero. a 6to. Grado
-Secundaria (Colegio): (13-18
años)
pero se divide en 2 ciclos: (13-15
años) 3 años de ciclo común (Cultura general)
(16-17 ó 18) 2 ó 3 años de ciclo
diversificado (se saca una carrera corta)
-Universidad: Estudios
superiores
Cuando salí de la Primaria mis padres
me hablaron sobre lo difícil que sería ir a la secundaría por falta de dinero y
de la posibilidad de empezar a trabajar para ayudar con los gastos de la casa.
Aunque al final me preguntaron qué prefería yo, solo puedo decirle que no es
muy sabio dejarle a una jovencita de 13 años tomar una decisión de esa magnitud y de paso
recalcarle los contras de estudiar y minimizarle los pros…
Y aquí estoy, atrasada 6 años, vistiendo a los 21 años un uniforme para adolescentes, y cada noche yendo después del trabajo a clases de secundaria para
adultos.
A los 15 años por fin aprendí en las
clases de Las Mujeres Jóvenes de la iglesia que el estudio es algo muy importante. También algo que me ayudó a tener el
deseo de estudiar fue que moría de la vergüenza cuando después de cada clase de
seminario matutino todos mis amigos de la iglesia iban con su uniforme de colegio a estudiar y yo con mi uniforme de trabajo; o peor aún, cuando se ponían a hablar de sus tareas y usaban
términos y palabras de algunas materias que me dejaban en la luna. Eso me hacia
sentir muy tonta, inculta, ignorante. Me sentía avergonzada de trabajar como
obrera y pensar que gastaría todos los años de mi vida en ello sin esperanza de
una vida mejor.
A los 18 años hice los preparativos para empezar el colegio. Fue muy penoso para mi usar un uniforme de colegio a esa edad por tres años y ver cómo algunos vecinos se burlaban al verme con él y saber mi edad. A esa edad yo debería de estar asistiendo a la Universidad, pero ni modo, el esfuerzo vale la pena. Solo agradezco que ya no usaré uniforme ahora que estoy empezando el Ciclo diversificado. (Me esperé hasta los 18 años para empezar a estudiar porque a esa edad ya mis padres no podían negarse a mi decisión).
A los 18 años hice los preparativos para empezar el colegio. Fue muy penoso para mi usar un uniforme de colegio a esa edad por tres años y ver cómo algunos vecinos se burlaban al verme con él y saber mi edad. A esa edad yo debería de estar asistiendo a la Universidad, pero ni modo, el esfuerzo vale la pena. Solo agradezco que ya no usaré uniforme ahora que estoy empezando el Ciclo diversificado. (Me esperé hasta los 18 años para empezar a estudiar porque a esa edad ya mis padres no podían negarse a mi decisión).
Le confesaré algo. Días antes de conocerlo ore para
saber si debía ir a la misión y dejar mis estudios. La respuesta llego a mi mente y corazón: ¡Debes quedarte aquí!.
Fui al Templo en enero de este año para tener
una re-confirmación de esa respuesta. Quería que el Padre me ayudara a saber si
debía ir a la misión este año o seguir mis estudios. Al orar sentí al
maravilloso espíritu que me dijo: “No necesitas ir a la misión”. Eso es algo
que nunca olvidaré porque fue una respuesta y palabras muy claras.
Fue difícil para mi creer que el
Señor le dijera a alguien que no necesitaba ir a una misión. Seguí orando y
encontré una historia en La Liahona (revista de la iglesia) de enero 2003 llamada “Llamados a servir” sobre una joven que hizo la misma pregunta y el Padre le contesto lo mismo que
a mi. Esa historia fue otra respuesta a mi oración porque esta joven estaban
tan desconcertada como yo ante tal frase. Ahora yo sé que he hecho lo
correcto. Siento que también el Señor me ha dado tres años para casarme o
seguir preparándome para ir a la misión. Sé que El quiere que me case y yo estoy
dispuesta a hacerlo con gusto, pero si no hay ningún muchacho en tres años, no
asistiré a la Universidad y me iré a la misión, aunque ya este un poco vieja
para cualquiera de esas cosas (ja, ja, ja).
*El viaje al Templo de Guatemala estuvo lleno de sacrificios por la
parte económica y por el permiso de mis padres, pero también estuvo lleno de
milagros, revelaciones y fe. Supe con toda certeza que Jesucristo vive allí, en
el templo, lo sé, pude sentirlo, le pregunté si era cierto y El me contestó, yo
no lo vi pero sé que El si me vio. Recibí muchas respuestas a mis oraciones,
aguante mucho frío, hambre y soledad pero valió la pena. No dormí en el viaje,
preferí ver los paisajes desde la ventana del autobus, disfrutar de la naturaleza,
porque al igual que usted yo soy fanática de la naturaleza, Los Scouts me enseñaron a amarla.
En el templo compré una postal de Jesucristo rodeado de ángeles en su segunda venida y quería regalársela. *Atrás le escribí algo.
Aquí no hay nieve como en su país, me
encantaría jugar en la nieve como usted lo hace. Lo mas probable es que nunca
suceda pero disfruto de la nieve cuando veo su fotografía.
Ya hablé mucho de mi, ahora cuénteme
de usted, su familia, sus llamamientos en la iglesia, su trabajo, su novia, etc.
Recuerde, tiene una amiga nueva en
Honduras. Sea fiel al evangelio y cuídese mucho.
Con cariño,
Bessy Herrera
P. D.:
Ya tengo e-mail ------
*Los miembros de la iglesia en Honduras no tenían
templo en aquel tiempo y por ello debían hacer un viaje en bus hasta Guatemala,
el cual era el mas cercano. Actualmente Honduras ha sido bendecida con un
templo en la capital de Honduras.
*En la parte de atrás de la postal le puse que se esfuerce por ser tan digno como esos ángeles que recibiran al Señor en Su segunda venida. da click en el nombre para poder ver la postal en mi página de facebook.
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