Bienvenida

Deseo que cada mujer que lea éste blog eleve su autoestima y sepa que puede escribir su propio cuento, no se si con príncipe azul, pero sí con un final feliz.

“ ‘Ser felices para siempre’ no es algo que encontramos sólo en los cuentos de hadas. ¡Ustedes pueden tenerlo!... Pero deben seguir el mapa del [Señor]” (Dieter Uchtdorf, 2010)

jueves, 20 de junio de 2013

El evangelio me quitó el temor a fracasar en el matrimonio


Subject: Los príncipes azules sí existen, y lo mejor de todo es que hay uno en mi propio cuento.
Date: Wed Sep 24, 2003  9:11:31  PM
From: Bessy
To: Joshua

Mi ángel, mi verdadero ángel,

¡Que bendición tenemos los miembros de esta iglesia! Somos tan bien instruidos en todos los aspectos de nuestra vida. Estoy muy agradecida por Seminario e Instituto, y las clases que se nos dan los domingos, por todos los programas, organizaciones auxiliares, los manuales que tenemos y las escrituras. Gracias a todo eso podemos estar mejor preparados y con mejor conocimiento a la hora de aventarnos a nuevas “aventuras” propias de la vida. Me alegra mucho que tanto usted como yo podamos ser instruidos en nuestra preparación para el matrimonio gracias a estos cursos que se nos dan en la iglesia. Me alegra que usted este aprendiendo de todas esas cosas para saber lo que es correcto y lo que no en el matrimonio en el templo.
Habemos muchos que no hemos tenido una “educación” correcta, o ni buena ni mala en temas de la vida; y hay muchas cosas que ignoramos y que ni siquiera las pensamos y la ignorancia a esas cosas nos llevan al matrimonio con una mala base, malos hábitos, tradiciones inicuas, malas costumbres e ideas erróneas. A veces es solo cuestión de que nos instruyan un poco para evitarnos tropiezos en el matrimonio. Pero gracias al evangelio podemos llenar esos espacios vacíos de conocimiento con lo que crecemos.

Conozco muchos hombres abusadores. Algunas de mis amigas miembros y no miembros de la iglesia tienen esposos o padres que las maltratan, cada uno de diferente manera y nivel, claro. Mis amigas me han contando historias de maltrato que van desde violaciones y golpes a pequeñas faltas de respeto y ligero machismo. He visto esas cosas muy de cerca y lo mucho que las mujeres sufren (en silencio). Cosas tan “pequeñas” como insinuaciones de lo mal que hacen las cosas o rebajando el valor de la mujer frente a sus hijos hacen un gran daño tanto a los que sufren directamente ese maltrato como a los que lo observan.
Hubo un tiempo (antes de conocer la iglesia y unos poquitos años después) en que yo me decía a mi misma que nunca me iba a casar porque yo no soy de las que se va a dejar mandar de un hombre o maltratar o insultar siquiera, no soporto el machismo ni la idea de que el hombre piense (o la mujer misma) de que uno esta para ser sirvienta y esclava de su esposo o padre o hermanos. Vengo de un hogar así y no estaba dispuesta a mudarme a otro por mi propia voluntad. Al menos en el primero uno prácticamente no tiene opción pero en el otro uno decide entrar... ahora que estoy mas madura reconozco, o ya estoy entendiendo mas, esos sentimientos que tenia de joven. Veo a esa jovencita llena de resentimiento, de miedo o pavor a vivir lo mismo que había visto vivir a las mujeres que estaban cerca de ella, la veo en abierta rebeldía, siempre a la defensiva y preparada para pelear (con cualquier joven que se le acercara para enamorarla) una guerra que ni siquiera había sido anunciada y ni existía (aún...).
Varios años después de conocer este evangelio comprendí gracias a él que uno decide cómo será su propio futuro sin importar las circunstancias que lo rodeen. Aprendí que el hecho de que a muchos les va mal, no significa que es un hecho que a nosotros nos irá igual. El evangelio me ayudó a ver que el matrimonio es hermoso; que un esposo digno e integro puede llegar a elevar a una mujer mas que cualquier otra persona o logro temporal. El evangelio me llenó de muchas ilusiones, me despertó las ganas de casarme y tener una familia feliz y un esposo que me elevará y me hiciera sentir la mujer mas especial del mundo.
Desde que llegué a la conclusión de que yo podía decidir tener un matrimonio celestial, una de las cosas que siempre me he propuesto, a pesar de que tengo una muy baja autoestima, es que pase lo que pase, jamás dejaré que mi desesperación por no quedarme sola o la ceguedad de estar enamorada me empuje a escoger un esposo que no me trate como debe de ser y me de un matrimonio menos que Celestial. No me gustaría para nada estar soltera toda mi vida, o no casarme con el hombre que mas amo, pero sé muy bien lo que quiero, yo aspiro a lo que es de mas valor, ¡un matrimonio celestial!¡Un matrimonio eterno y no un matrimonio solo por esta vida.
Por ese miedo a equivocarme de persona es que me he preguntado con toda sinceridad si realmente lo amo o la razón por la cual lo amo. Quiero tener un fundamento muy firme, no quiero dudas en mi corazón sobre con quién casarme o por qué me caso, no quiero dejarme engañar o engañarme a mi misma por una ilusión. Muchas personas piensan que estoy “emocionada” nada mas con usted por la razón equivocada. Yo sé bien lo que siento pero al mismo tiempo después de que uno escucha tanto algo a veces llega a creerlo... y por eso he buscado en lo mas profundo de mi corazón para saber si lo amo por las razones correctas. Aunque me duelan las respuestas de esas preguntas, es mejor estar segura, pensé. Ya he orado, y he buscado en lo mas profundo de mi corazón y he puesto atención a cada detalle de esta “relación” y sé sin duda que lo amo de verdad por las razones correctas, sé que usted es un hombre extremadamente maravilloso, que con usted lograré obtener lo mas hermoso, bello, virtuoso, de buena reputación y digno de alabanza: ¡una familia eterna!. Sé y he sentido sin ninguna duda que usted es lo que yo pienso que es, usted será lo que se ha comprometido a ser, y usted me dará lo que me ha prometido dar. Estoy segura de estas cosas porque siempre estoy poniendo atención a los pequeños detalles, “señales” e impresiones en esta relación entre usted y yo. No quiero equivocarme, no quiero tener un esposo que no se comporte como un digno poseedor del sacerdocio y que no me trate de manera especial. No quiero, no quiero y no quiero. Me reuso a ser tratada como esas amigas de las que le hablé, y no digo ni insinúo siquiera que ellas tengan la culpa de lo que les pasa porque se que eso no es totalmente cierto y muchas de ellas son mujeres dignas, llenas de virtud y preciadas a la vista de Dios, mujeres que yo admiro mucho por su fidelidad; pero hablando de mi caso, aspiro a una vida familiar mas elevaba. Sé que la puedo tener porque yo he decido guardar sus mandamientos y hacer las cosas que me llevarán a obtenerla sin importar los sacrificios que tenga que hacer. Yo he hecho muchos sacrificios y esfuerzos para mantenerme digna de un digno joven y un matrimonio celestial, he dejado muchas veces mis propios deseos para seguir los del Señor, he obedecido a cosas que él me ha mandado hacer aun cuando eso me ha costado burlas de la gente y otras cosas mas... pero aun así, claro que han habido muchas veces en las que no he sido tan obediente ni fiel, ni digna, pero me estoy esforzando.

Por ejemplo, Estoy trabajando con mi Progreso Personal para poder sentirme mas preparada para el matrimonio. Y sé que me casaré cuando el Señor decida que ya estoy lista.

Ayer y hoy pensé mucho en usted, pensé en lo que me dijo en el e-mail anterior de que sentía que el tiempo de vernos estaba muy cerca. Yo medite en eso ¿y sabe que? Yo sentí mucha paz, sentí algo muy especial, sentí que usted tenia razón, el tiempo esta cerca. Yo cuando leí eso, pensé, ¿por qué Josh siente que el tiempo esta cerca y yo siento que esta largo? ¿No se supone que debemos sentir lo mismo? Ante esa confusión decidí orar ayer en la noche, y sentí lo mismo que usted, sentí que el día esta pronto y que estamos progresando. Pero eso sí, “pronto” para nosotros es muy diferente al “pronto” del Señor. Los que estamos aquí de este lado sufrimos cada día la espera pero los que ven desde afuera no lo notan tan lejano. Tengo que recordar eso siempre, el “pronto” del Señor es diferente.

Ángel, Gracias por querer cuidarme y por esas metas que escribió en su diario y por compartirlas conmigo. Son las mismas metas que yo tengo y las mismas que quería que mi esposo tuviera. ¡Lo amo mas que nunca! Usted el sueño que tanto he anhelado hacer realidad. Me siento muy amada por usted y no tengo duda de que me dará un maravilloso futuro. Se que seremos una familia eterna. Ya no tengo miedo al fracaso, ya no tengo miedo al desengaño porque por fin llegó a mi vida ese hombre que construí en mi futura familia perfecta, sabia que sí existían hombres así pero lo que no sabia y no estaba segura era de que yo llegaría a atraer a uno de ellos. En mi ya no hay pavor de llegar a vivir lo que mis amigas han vivido, al contrario, hay una enorme ansiedad de empezar ya a comprobar esa teoría de que sí existe algo mejor, vivir ya no por fe, sino con conocimiento perfecto de que si nos esforzamos ahorita y sacrificamos nuestros simples deseos temporales podremos gozar de la compañía de alguien mas elevado de lo que el mundo o las circunstancias nos ofrecen.

Estoy ansiosa por verlo, salir con usted en persona para conocerlo mejor. Veremos en que situaciones nos encontraremos mientras usted esté aquí y cómo reaccionamos a ellas :) (bromas). Le prometo que no fingiré nunca lo que no soy solo para impresionarlo, aunque eso no impide que yo me esfuerce por mejorar. 

Lo amo mucho y lo extraño también, ya muero por tenerlo frente a mi para tocarlo y asegurarme que es real. Ja ja ja  Siempre que yo le contaba a algunas de mis amigas el tipo de joven al que aspiraba se burlaban y siguen haciéndolo, lo hacen  diciendo que ese tipo de joven no existe y que yo pido demasiado. Lo mas triste es que las que mas piensan de manera negativa son casadas y algunas son miembros de la iglesia. Que poca vision tienen de los hombres del sacerdocio, pero al mismo tiempo se puede entender que eso es lo vivien en casa... Yo siempre he pensado que sí hay ese tipo de jóvenes, y hay varios, conosco a varios, así que ¿para que conformarme con menos cuando ya se que hay algo mejor? ¡Solo debo esforzarme por merecerlo y ya! Si me esfuerzo, tendré lo mejor, ya sea en esta vida o la siguiente. Pero me alegra que ese “súper joven” llegó a mi ahorita, en esta vida y existe en MI vida :).

Los príncipes azules sí existen, y lo mejor de todo es que hay uno en mi propio cuento. :)

Su única.

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